Así es como se ha dado en llamar la situación que el sector de la construcción de nuestro país ha vivido en los últimos años. Y es que ciertamente ha sido un drama sin sentido que nos ha llevado a una situación que ha superado todas las expectativas.
Pero esta situación, si bien no es reversible, tiene al menos una salida: la rehabilitación. Cómo ya dije en mi anterior entrada, creo firmemente que la rehabilitación es el futuro, y que el sector debería centrar sus esfuerzos en esta parte (casi) olvidada de nuestra profesión.